sábado, 7 de septiembre de 2013

Evidencias de la evolución de los seres vivos

La selección natural se explica a través de cinco planteamientos, relacionados con disciplinas cercanas a la biología:

1) La primera evidencia se relaciona con la paleontología, que es la ciencia que estudia los fósiles de las especies animales y vegetales desaparecidas, y dice así:
Cuanto más recientes sean los fósiles, tanto más se parecerán a las especies actuales, y viceversa. Por ejemplo, tomemos como referencia un fósil reciente como el mamut y uno más antiguo, como la trilobites: el mamut es perfectamente reconocible como pariente del elefante, mientras que la trilobite nos parece un animal rarísimo.

2) La segunda evidencia se relaciona con la biogeografía, o ciencia que estudia la distribución geográfica de los seres vivos:
Los animales habitan generalmente la misma región que sus antepasados. Esto explica que la fauna de África sea diferente de la de América a pesar de que varias regiones tengan climas similares. Podemos encontrar otro ejemplo en el hecho de que sólo encontramos canguros en Australia, a pesar de que hay climas similares en otras regiones del mundo.

3) La tercera tiene que ver con la taxonomía, o ciencia que se ocupa de la clasificación de los seres vivos:
Las especies se clasifican en géneros, y los géneros a su vez se reúnen en familias. El parecido entre los seres vivos no es fruto del azar, sino de la existencia de antepasados comunes. Y esto, que vale para los individuos, es también válido para las especies.

4) La cuarta prueba tiene que ver con la morfología de los animales. La morfología es la parte de la biología, que estudia la forma de los seres orgánicos:
Los órganos aparentemente muy diversos entre una especie y otra pueden ser homólogos, es decir, construidos exactamente con los mismos elementos, pero en proporciones diferentes. Así, la mano del ser humano y la pata del caballo han sido construidas según el mismo ensamblaje óseo (metacarpo). Una tal coincidencia no puede explicarse sino por la transmisión hereditaria de un plan de construcción de miembros, a partir de un ancestro común lejano.

5) Por último, la quinta prueba tiene que ver con la embriología, o ciencia que estudia la formación y desarrollo de los embriones:
Las etapas iniciales del desarrollo embrionario de especies como los peces, mamíferos y reptiles son muy similares, y sólo se diferencian en las etapas finales. La única explicación posible es que un mismo plan de desarrollo ha sido transmitido en el origen. Y si a través de las eras geológicas, los peces han evolucionado en anfibios, que a su vez se transformaron en reptiles, y luego en mamíferos, es lógico encontrar en el desarrollo del embrión del mamífero las etapas iniciales que recuerdan los embriones de pez, anfibio y reptil. Esta prueba es particularmente importante ya que en la hipótesis según la cual las especies de mamífero habrían sido creadas individualmente, es inexplicable que sus embriones pasen por un estado de organización que recuerde la adaptación a la vida acuática de los peces, presentando incluso franjas branquiales. La génesis de un individuo ofrece de esta manera un resumen de la evolución de la especie.






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